Cuando de mi silencio se eleven, 
las mis sinceras plegarias 
y encuentre tus ojos en mi espalda.
Cuando la inocencia invada mi calma
y me ataque sin previo aviso
por ser la despistada olvidada.
Entonces romperá un llanto
por el cristal frágil del pasado.
Caminos tornasen difíciles
para regresar atrás,
más la marcha abunda
en piedras puras.
Y expulsase el humo
de las entrañas
brindando con tequila.
Limón a media luna
caricias del medio día.
Sal en las heridas.
Mi entero suicidio el vuelo
del paso de lo efímero a lo eterno.
Lo más grácil del arqueo,
el destino sujeto a ello.
El retuerzo de un alma...
el sentir de un anhelo.
 
 
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Gracias por decirme lo que piensas.
Un escritor es,
un hombre que establece su lugar
en la utopía.
Abelardo Castillo.