Nota: ¿No sabes lo que es el reto del diez? Puedes mirarlo aquí mismo:
"HABLANDO DE TAZAS DE INSOMNIO"
Ni
un café con pastillas que le acompañan,
podría
quitarme de la cabeza el dolor
que
produce una marcha estática.
De esas no físicas,
De esas no físicas,
sino
extrañas.
De
las que hablan
del
distanciamiento entre almas.
De
dejar de llamar cada madrugada
y de
pasear de mano apretada.
Del escalofría
eterno,
que
resulta no sostener tu mirada.
Un
llanto seco,
que
escuece los ojos.
Un
frío intenso escabroso
que
desciende por mis hombros.
Una
marcha a las siete de la mañana,
que
deja inconsciente a cualquiera.
Siempre
es más sencillo llorar,
cuando la luna es más intensa.
¿Y
por qué no arañar el color
en
cada minuto del reloj?
Y que sus agujas hilen por siempre,
lo
contrario a un adiós.
La
taza vacía,
tan
seca como la valentía.
Aniquilada
y esfumada.
Muerta
y enterrada.
Por no encarar lo real,
más
que en la oscuridad.
Y
enmendar únicamente
escribiendo
una verdad.
Que
todo el tiempo pasa,
y
las costras desaparecen.
Pero
explícame como acabo
con
esta cefalea permanente.
El aleteo ligero,
El aleteo ligero,
despide
a un recuerdo.
Y mi
mano saluda
a la
vida futura.
Fotografía: Alicia Méndez González
Modelo: Silvia Méndez González. (twitter: https://twitter.com/SilviaMendezGle)
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un hombre que establece su lugar
en la utopía.
Abelardo Castillo.